

La Iglesia
La Iglesia es el cuerpo de Cristo, la morada de Dios por el Espíritu Santo, con el encargo
divino de llevar a cabo su gran comisión. Todo creyente, nacido del Espíritu Santo, es parte
integral de la asamblea general e iglesia de los primogénitos, que están inscritos en los
cielos (Efesios 1:22, 23; 2:22; Hebreos 12:23).
Siendo que el propósito de Dios en relación con el hombre es buscar y salvar lo que se había
perdido, ser adorado por el ser humano, edificar un cuerpo de creyentes a la imagen de su
Hijo, y mostrar su amor y compasión a todo el mundo, la principal razón de ser de las
Asambleas de Dios como parte de la Iglesia es:
a. Ser una agencia de Dios para la evangelización del mundo (Hechos 1:8; Mateo 28: 19,20;
Marcos 16:15,16).
b. Ser una entidad corporativa en el que el hombre pueda adorar a Dios (1 Corintios 12:13).
c. Ser un canal para el propósito de Dios de edificar un cuerpo de santos en proceso de ser
perfeccionados a la imagen de su Hijo (Efesios 4:11 - 16; 1 Corintios 12:28; 14:12).
d. Ser un pueblo que muestra el amor y la compasión de Dios a todo el mundo (Salmo
112:9; Gálatas 2:10; 6:10; Santiago 1:27).
La Iglesia existe expresamente para dar continuo énfasis a esta razón de ser
según el modelo apostólico del Nuevo Testamento, enseñando a los creyentes y
alentándolos a que sean bautizados en el Espíritu Santo. Esta experiencia:
a. Los capacita para evangelizar en el poder del Espíritu con señales y milagros (Marcos
16:15 - 20; Hechos 4:29 - 31; Hebreos 2:3,4).
b. Agrega una dimensión necesaria a la adoración y a la relación con Dios (1 Corintios 2:10 -
16; 1 Corintios 12 - 14).
c. Los capacita para responder a la plena manifestación del Espíritu Santo en la expresión
de frutos, dones y ministerio s como en los tiempos del Nuevo Testamento, para la
edificación del cuerpo de Cristo, y la atención de los pobres y menesterosos del mundo
(Gálatas 5:22 - 26; Mateo 25:37 - 40; Gálatas 6:10; 1 Corintios 14:12; Efesios 4:11,12; 1
Corintios 12:28; Colosenses 1:2 9).
El Ministerio
Nuestro Señor ha provisto un ministerio que constituye un llamamiento divino y ordenado
con el cuádruple propósito de dirigir a la iglesia en: (1) la evangelización del mundo
(Marcos 16:15 - 20), (2) la adoración a Dios (Juan 4:23, 24), (3) la edificación de un cuerpo
de santos para perfeccionarlos a la imagen de su Hijo (Efesios 4:11,16), y (4) satisfacer las necesidades humanas con ministerios de amor y compasión (Salmo 112:9; Gálatas 2:10;
6:10; Santiago 1:27).